MILENIO, periodismo con cinismo
Homero Aguirre Enríquez
Vocero nacional de Antorcha y dirigente en el Distrito Federal
10 de octubre de 2011
El viernes recién transcurrido, el Movimiento Antorchista publicó en un medio nacional un desplegado donde evidencia la falta absoluta de ética del reportero Francisco Mejía y de la empresa MILENIO, en donde este individuo se desempeña como “reportero”. Con muchos elementos que están a disposición del lector en nuestra página de internet, los antorchistas sostuvimos que el escrito donde ese tipo nos ataca es una falsificación completa de los hechos, un vil periodicazo patrocinado para golpear a Antorcha, construido con abiertas calumnias de viejos y desprestigiados adversarios de nuestra organización; una muestra del “periodismo” cada vez más vomitivo que se practica en esa empresa, en el que los periodistas dejan de ser tales y se convierten en fiscales y jueces tramposos, que acusan y enjuician a su gusto, fabrican pruebas, invocan testigos falsos, afirman hechos que no les constan de ninguna manera, e invariablemente, diga lo que diga el “acusado” (y la mayoría de las veces sin escuchar o publicar una sola palabra dicha en su defensa) lo condenan a su gusto y piden para él befa y escarnio de la sociedad, garrotizas de la policía… y cárcel para los dirigentes, por lo menos.
Ya dijimos cómo cumplió Mejía su encargo denigrante: reprodujo -o inventó, sólo Dios sabe…- la acusación de que invadimos un predio, pero no fue capaz ni de ubicarlo geográficamente, ni decir cuándo ni cómo fue ese presunto ilícito, ni de dar el nombre del dueño o la menor evidencia de que cometimos ese hecho que él menciona. Y de ahí se lanzó a hacer cuentas alegres sobre otros predios invadidos y las ganancias estratosféricas con la venta de lotes, todo sobre la base de lo que dijo un abogado poblano, que cuando no pudo ganar los litigios ante los jueces, los llevó a los medios de comunicación que se prestaron –o se alquilaron, más probablemente- para esa tarea inquisitoria.
Junto con esa acusación absolutamente basada en lo que afirma una persona interesada en llevar agua a su molino, y sin ninguna otra prueba, el medio afirmó, en el título de la nota, que llevamos doce años de invasores… y que si no estamos en la cárcel es porque la ley está torcida y tenemos padrinos. Todo, absolutamente todo, con base en lo que dice ése abogado. Ya dijimos que el resto del reportaje es una recopilación, más digna de un pinacate coprófago que de un comunicador, del estiércol que nos han lanzado desde hace años tipos como Fernando Cuéllar que, como ya dijimos, es “un individuo que se ha mantenido parapetado tras un membrete que supuestamente defiende los derechos humanos en Puebla, pero que en realidad se ha alquilado para atacar a los antorchistas cada vez que alguien con poder y dinero lo necesita para darle aires de imparcialidad a sus embestidas, como ocurrió reiteradamente durante la lucha que sostuvimos contra el gobierno de Mario Marín, durante la cual este “luchador social”, en los momentos de más tensión política, hacía su aparición intempestivamente para hacer “denuncias” contra Antorcha Campesina, mismas que eran difundidas profusamente por la oficina de prensa de Marín”, o nulidades políticas que salieron de la ultratumba política en la que se encontraban desde hace 5 lustros, como Gaudencio Ruiz, del que ya casi nadie se acuerda, salvo los pocos que hace muchos años lo vieron trepado en una tribuna de la Cámara de Diputados de Puebla, para oponerse a cualquier apoyo a los campesinos antorchistas.
Pero lo que no sabíamos al momento de publicar nuestra defensa en un medio nacional (después de peregrinar por varios que se negaron a publicarlo en sus páginas, sin más argumento que el afirmar que “decía cosas muy duras contra MILENIO”, ignorando que más duras e injustas aún son las acusaciones y calificativos de esta empresa en contra nuestra), es que ese día aparecería también un dato que en este contexto es un grito de denuncia contra Francisco Mejía y la empresa en que trabaja: en un acto que lo honra, porque pudo haberse quedado callado y evitarse molestas controversias, el Lic. Manuel Bartlett, abogado y ex gobernador de Puebla, citado por Mejía como uno de los personajes que “testificó” en contra nuestra, mandó una carta a MILENIO en donde afirma tajantemente que no dijo nunca contra los antorchistas lo que se le atribuye en ese periódico. Por considerarlo un testimonio escrito que debe tomarse en cuenta en la suma de elementos para demostrar el carácter mendaz de esa empresa, cito textualmente lo que escribió Manuel Bartlett a Carlos Marín: “señor director: con fecha 4 de octubre el diario MILENIO, bajo su dirección, publicó un reportaje con el título: “Antorcha: 12 años de invasiones en Puebla” en el que me atribuye declaraciones fragmentadas que no hice.
Concedí una entrevista al señor Francisco Mejía, quien la solicitó a nombre de MILENIO. Hablamos de muchos temas, acerca de la situación de Puebla en general y su gobierno y de Antorcha, que era realmente su interés, le comenté mi experiencia de gobierno al respecto, en cuanto a su insistente preocupación por sus marchas y reclamos, le contesté que me parecían pocas, en Puebla y en el país, de acuerdo con la situación en que nos encontramos. Por lo tanto, le comenté que es natural que Antorcha, organización social, reclamara lo que consideraba su derecho, nada dije contra Antorcha Campesina.
El señor Mejía me cita en siete líneas para decir lo que quiso, en una actitud ajena a la más elemental ética periodística. Si me cita, debe publicar la entrevista completa o incluso si así lo desea, resumirla sin desvirtuarla.
Ruego a usted, señor director, publicar esta aclaración en el sitio en el que fue publicada la mencionada entrevista, en su muy respetable diario.
Manuel Bartlett Díaz
Ante esta otra evidencia, que desnuda aún más a este periodismo chayotero, el reportero respondió que tiene la grabación. Aún estamos esperando que haga algo que es muy fácil: que la exhiba en un medio electrónico; pero lo más seguro es que eso no ocurra jamás y que el reportero haya inventado literalmente las palabras atribuidas al ex gobernador poblano.
Hace tiempo, un célebre periodista dijo, refiriéndose a su labor, que “los cínicos no sirven para este oficio”. Pues bien, es obvio que para esta empresa que presume hacer “periodismo con carácter” es exactamente al revés; mientras más cínicos sean sus empleados, mejor.