En Chimalhuacán, un Grito con sello antorchista
Chimalhuacán, Méx.- El tradicional Grito de independencia fue dado en quince distintas comunidades de este municipio, con motivo de la conmemoración del 201 aniversario del inicio de aquella nuestra heroica gesta de 1810.
Esta jornada ‘independentista’ dio inicio desde las primeras horas del día, con variadas muestras de colaboración entusiasta de los chimalhuacanos que se esmeraban por dar el toque mexicano al recinto en que habrían de llevar a cabo sus respectivos festejos.
Así, por ejemplo, en el ejido Santamaría, ya para el mediodía podía verse a la distancia el enorme enlonado instalado para proteger de la intemperie la diversión de 4 mil ciudadanos, muchos de los cuales habían dado comienzo al acomodo de la sillería, el presídium, los motivos y adornos alusivos a la trascendental fecha, mientras en el templete se turnaban para ejecutar sus ensayos la escolta, la banda de guerra, los cuadros de danza, los cantantes, etcétera.
“En Chimalhuacán, este festejo se aprovecha, entre otras cosas, para llevar a cabo una labor de rescate de nuestros verdaderos y auténticos valores y tradiciones, además del patriotismo y el conocimiento de nuestra historia”, comenta Fernando González Mejía, dirigente de Antorcha Campesina en esta extensa zona del municipio.
Escenas similares en cuanto a preparativos, entusiasmo, colaboración, aportes, se repetían al propio tiempo en distintos lugares del territorio chimalhuacano, como Acuitlapilco, donde los profesores, en mangas de camisa, trabajaban en el mismo sentido, hombro a hombro, con los vecinos, todos reunidos en la Plaza de los Mártires Antorchistas, lugar del escenario.
En otro extremo del municipio se encuentra la Plaza Gonzalo López Cid, en el cerro de Las Palomas, comunidad de San Agustín; allí, como en los otros lugares, centenares de vecinos, ya por la tarde-noche se encontraban reunidos saboreando los tradicionales antojitos que no podían faltar: pozole, tostadas, pambazos, quesadillas, mientras otros se divertían en los juegos de la feria; en tanto, otros más esperaban con impaciencia el arranque del baile: tal era el cuadro durante el apogeo de la verbena popular.
Telésforo García Carreón, dirigente de Antorcha Campesina en el municipio, exhortaba, por ejemplo en el ejido Santamaría:
“Quiero decirles, compañeros, que el 15 de septiembre, los mexicanos lo debemos llevar muy grabado en nuestra mente, pero sobre todo en nuestro corazón, porque es la fecha en la que nació México”. Y era explícito:
“Antes México no existía, no éramos una nación soberana, las autoridades no eran electas por nosotros, nos gobernaban desde el extranjero, nombraban desde España un virrey para que gobernara a los mexicanos. Sin embargo, hemos sabido construir una patria, construir nuestro país con muchos esfuerzos, con muchos sacrificios”.
García Carreón se dio tiempo para dar el Grito en varios lugares. Por ejemplo, en Acuitlapilco expresó que “si alguna esperanza hay de que México sea distinto, de que cambie en los próximos años, esa esperanza no está en las clases poderosas, está en los trabajadores, en los pobres de México, muchos de los cuales están organizados en el Movimiento Antorchista”.
“Por eso el 15 de septiembre —señalaba el dirigente social— debe ser también motivo de reflexión acerca de lo tanto que falta para que todos los mexicanos alcancemos mejores niveles de justicia, de igualdad y de bienestar, sobre todo los trabajadores, que son los que crean la riqueza de este país”.
Naturalmente, el momento culminante, que arrancaba emotivos vivas de la multitud, era el del simbólico Grito, que García Carreón, bandera en mano, pronunciaba a la manera tradicional:
¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos!...